Colegio Marqués de Vallejo ‘El Juncarejo’

La finca del Juncarejo parece que fue una finca de recreo de las familias Correa y Aguado que luego adquirieron los Gavina. En 1878, su entonces propietario, el Marqués de Vallejo, la cedió graciosamente a la Benemérita. La institución que fundara el Duque de Ahumada decidió transformar la fi nca en un colegio y residencia para huérfanas de guardias civiles fallecidos en acto de servicio, bautizándola con el nombre de su benefactor.

Alfonso XII, cuya predilección por la Guardia Civil fue notoria, ante la imposibilidad de dotar al Cuerpo de unos sueldos de acuerdo con los tiempos, y “para dar una prueba del agrado con que se veían sus distinguidos servicios” permitió la reorganización del fondo de multas, autorizando por ley la entrega de la tercera parte de los importes de las mismas, por infracciones a la Ley de Montes, con destino y comisión de la fuerza denunciante.

62.2 MONJA CON HUERFANASAsociaciones benéficas.

Los socorros eran también otorgados a las viudas y huérfanos, aparte de premios en metálico para los guardias y clases que más se habían destacado en la protección y vigilancia de nuestros recursos forestales.

Los beneficios de participación de multas se hicieron luego extensivos a las infracciones de guardería rural, servicio piscícola y Ley de Caza.

Para otras atenciones humanitarias se crea en 1875 la Asociación de Socorros Mutuos, aún existente, con la misión de facilitar a los familiares de los fallecidos un auxilio capaz de cubrir dignamente los gastos del sepelio.

En 1878 fue creada una asociación benéfica, con el fin de proporcionar albergue a los huérfanos del Cuerpo que, por razones diversas, no pudieran ser admitidos en el Colegio Duque de Ahumada de Valdemoro, que era el centro de formación para miembros del Cuerpo salidos de la familia de la Guardia Civil, así como para socorrer a sus madres. Dicha asociación daría luego lugar a la de Pro Huérfanos de la Guardia Civil.

Pro Huérfanos

Sólo faltaba ejercer el paternalismo sobre las huérfanas, cuyo porvenir, hasta 1879, era tan incierto como sombrío, pues las plazas asignadas en un colegio de beneficencia de Aranjuez no bastaban. Establecidas formalmente las bases de la Asociación Pro Huérfanos por Orden Circular de 12 de enero de 1879, con la finalidad de que también gozasen del debido amparo las huérfanas del Cuerpo, fue promovida la donación de la finca de ‘El Juncarejo’, sita en Valdemoro, de la que eran propietarios los Marqueses de Vallejo.

Para la recepción de la finca y terrenos correspondientes fue autorizado el director general, marqués de La Cenia, otorgándose escritura ante el notario de Madrid, Hilario Carrillo, que quedó registrada con el número 133 de las de aquel año.

Posteriormente, y por otra escritura fechada el 17 de marzo del mismo año, el capitán subdirector del Colegio de Guardias Jóvenes se hizo cargo en la villa de Pinto de una segunda finca denominada «Olivar de la Cruz», nueva donación al Cuerpo de los altruistas marqueses de Vallejo. Su generosidad fue secundada por todos los componentes de la Institución, que aportaron, mediante colecta, los fondos necesarios para la construcción de los edificios y demás instalaciones.

62.1 marquesparapoli1

El Juncarejo

Las obras del Colegio de Huérfanas fueron inauguradas el 19 de junio de 1880, colocando Alfonso XII la primera piedra. Fue ésta la única ocasión en que, como rey de España, revistó y visitó el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro. Una compañía del 14º Tercio hizo los honores de ordenanza en la estación férrea.

Dispuestos por el arquitecto Bruno Fernández los últimos detalles, fue depositado en el interior de un hueco, hecho a tal efecto en el terreno, un ejemplar de la ‘Gaceta’ del día, una copia de la escritura y veinte monedas de curso legal. Colocada por Alfonso XII la primera piedra, ofició el acto religioso el Obispo Auxiliar de Madrid. Por el brigadier secretario general, José Arderéis, se levantó acta del acontecimiento.

Concluidos los actos, el ministro de la Guerra, teniente general José Ignacio Echevarría, al dar traslado a los marqueses de Vallejo del deseo de S.M., resaltó que «al ceder una posesión, que además de su gran valor material reúne una situación de condiciones inmejorables para aquel fin... Vuecencia, al llevar a cabo este rasgo de filantropía en favor de las huérfanas de la Benemérita Institución, se hace digno no sólo de la consideración y respeto de esas niñas, sus familias y todo el Cuerpo, a quienes ofrece y alarga su bienhechora mano, sino que es acreedor de la gratitud del Gobierno y reconocimiento de la nación».

Comenzó Juncarejo tímidamente su funcionamiento en 1885, bajo el cuidado de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl y con una capacidad para 100 alumnas, aunque durante los diez primeros años, por falta de recursos, sólo se admitió a 40.

El edificio, aunque conserva hoy su estructura, ha sido remodelado recientemente, reemplazando dormitorios por aulas y, así, poder atender las necesidades presentes.

1918 Alumnas del Juncarejo

1918 Alumnas del Juncarejo

Ingreso y salida

Las edades para el ingreso, entre los seis y los doce años, por el siguiente orden: huérfanas de padre y madre, huérfanas de padre y, por último, de madre. De haber plazas libres podían admitirse los hijos de guardias con quince años de servicio, como máximo uno de cada sexo por familia. Las situaciones excepcionales eran sometidas a la consideración de la junta, de designación anual, que estaba compuesta por el director general, secretario del centro directivo, un jefe u ofi cial por cada Tercio y los coroneles del 1º y 14º Tercios, más cinco jefes u oficiales de los destinados en Madrid.

La permanencia duraba hasta cumplir los veinte años de edad. Cuando alguna huérfana conseguía el título de maestra elemental, máxima aspiración antes de cumplir los veinte años, era dada de baja por considerar que ya gozaba de «lisonjero porvenir» y su plaza debía ocuparse por otra más necesitada.

Las Hermanas de la Caridad, en número de ocho, más la superiora, ocuparon los cargos de secretaria-contadora, maestra, celadora, enfermera, cocinera, etc.

Al ser contratadas se les daba, por una sola vez, 125 pesetas para hábitos y equipo y 1,25 pesetas de haber diario, con cargo a los fondos de la asociación más 10 pesetas mensuales para calzado y entretenimiento del vestido. Tuvieron muy recomendado el buen trato a los niños, pues los educadores «deben imponerse por medio del amor y la caridad, ya que con el castigo y el rigor sólo se consigue hacerlos recelosos y tímidos, en vez de honrados y virtuosos».

66.1 MONJA CON COLEGIALAS

Monja con colegialas del Juncarejo

A las alumnas sin deseos de estudiar, la asociación les procuraba colocaciones de «costureras, doncellas y sirvientas», entregándolas a familias de absoluta solvencia y limpia prosapia que hubiesen demostrado sus «nobles deseos por sacarlas del asilo ». En los casos de expulsión por conducta incorregible eran recomendadas para custodia a algún familiar, y si hubiese negativa, se gestionaba con los gobernadores civiles de cada provincia su acogida en «hospicios o establecimientos de análoga índole»; perspectivas, en verdad, nada esperanzadoras.

Las huérfanas podían emplearse en el comercio o cualquier otro ofi cio de fácil y posible aplicación que les asegurase bienestar y porvenir. Las que mostraban su afi ción por la costura confeccionaban ropas y vestidos, tanto con destino al utensilio de la Guardia Civil como al libre comercio. La cuarta parte de los benefi cios quedaba retenida para mejora y atenciones del taller, mientras que las tres restantes, distribuidas en partes proporcionales con respecto al esfuerzo de cada una, se les ingresaba en una libreta de ahorros, de cuyo saldo solamente podían hacer uso al contraer matrimonio o al cumplir los veinticinco años de edad.

Ateniéndose a esta consigna, las hermanas han querido, ininterrumpidamente, seguir su labor en disciplina y exigencia docente y formativa, de acuerdo con los momentos históricos que les ha tocado vivir.

Hospital de sangre

(Hospital provisional situado cerca de una acción bélica, para atender a los heridos de ambos bandos)

Durante la Guerra Civil -1936/39- las alumnas que quedaban sin poder ir de vacaciones con los suyos, en su mayoría, fueron trasladadas a Valencia por orden de la autoridad competente. El Colegio fue transformado en hospital de sangre, y así se pudo conservar para la vuelta de esta tremenda odisea. En el año 1940 (la tradición oral cuenta que una hermana permaneció durante este período en el Colegio, que no quiso abandonar), quedó al frente de dicho hospital Sor Modesta Rojo, de origen portugués, y el resto de la Comunidad buscó cobijo donde pudo, algunas con antiguas alumnas, que les abrieron sus puertas, a pesar del peligro que esto suponía.

juncarejo 10Los años cuarenta-cincuenta no son momentos muy boyantes para el Colegio. Hay otros centros, por el excesivo número de bajas en el Cuerpo, donde también se crean plazas para las huérfanas de la Guardia Civil, y en aquel momento, la niña mejor dotada iría allí donde se impartieran estudios más relevantes. Entonces se crea el taller de corte y confección, de máquinas de punto, bordado, costura... pero todo tiene un fi n, y éste llegó en 1951, cuando se potencia la comunidad y se reanudan los estudios medios, Bachillerato Elemental, Magisterio... y algunos puestos para estudios universitarios en que las mismas viudas se encargaban de dar hospitalidad a las alumnas universitarias y también de enfermería. Las alumnas que optaban por Magisterio quedaban en el colegio y se presentaban libres, habiendo salido un buen número de maestras que luego desempeñaron su labor por toda la geografía de España. De esta manera se fue trabajando día tras día en el sentido intelectual, sin descuidar la formación cristiana y humana, que era la principal meta de educadoras y profesoras.

63.1OFICIALES HUERFANASDécada de los setenta-ochenta

En la década de los setenta se renueva todo el plan de estudios. Hay que optar por nuevas formas. Los exámenes libres conllevaban gran esfuerzo y había exigencias de especialidades que eran difíciles de coordinar. Entonces se optó por llevar diariamente a las alumnas de Bachillerato a Madrid, Instituto Ana María de Austria; más tarde a Ciempozuelos y a Aranjuez, hasta el año 1986-87, que se abrió Instituto nuevo en Valdemoro.

Al crearse el centro de Cáritas de FP en la rama de administrativo, también se vio conveniente cancelar las clases de FP que se cursaban ofi cialmente en el Colegio, pasando las alumnas al “Arzobispo Morcillo”, dependiente de Cáritas de Madrid.

En el año 1980, viendo la posibilidad de las huérfanas que aspiraban a estudios superiores, y siendo grandes las difi cultades de poder adaptarlas en pisos o en diversas residencias, se sugirió a la Asociación Pro Huérfanos la creación de una residencia universitaria para las huérfanas, pensando continuar la labor educativa de las mismas. Se construyó el edifi cio, amplio, cómodo, asequible, y la asociación corrió con todos los gastos, pero al frente de las alumnas se buscó a una Comunidad de Jesuitinas, que las mismas hermanas buscaron, y que en número de tres o cuatro trabajaron en su formación humano-cristiana y en el seguimiento de sus estudios universitarios. En la actualidad mantienen una estrecha relación con el Colegio que las vio nacer a la vida intelectual y existe un seguimiento de amistad, consejo, afecto e interés por la marcha de sus vidas. A cuantas se ha podido se les ha buscado trabajo una vez fi nalizados sus estudios universitarios.

juncarejo hoy

El ‘Junca’ hoy

Finalizado el curso 2004-2005, las Hijas de la Caridad dejan el Colegio Marqués de Vallejo. La falta de vocaciones y la tendencia a reagruparse de las hermanas parece estar en el origen de esta decisión, aunque las razones exactas sólo las saben ellas. El internado femenino se traslada entonces a Madrid, a las instalaciones de la Asociación Pro Huérfanos de la Guardia Civil en la calle Príncipe de Vergara, 248, en un edifi cio anexo al internado masculino del Infanta María Teresa. Durante el curso 2005-2006 el colegio pasa a estar dirigido por Víctor Pinilla, quien se propone dar continuidad a la línea educativa marcada por las Hermanas, de hecho, pese a la salida de éstas, el colegio sigue adscrito a la red de Centros Vicencianos y se continúa con las mismas dinámicas y formas de trabajo tenidas hasta entonces. Finalizado el curso, Víctor Pinilla deja el centro por motivos personales y vuelve a su plaza de profesor en la Junta de Castilla-La Mancha, dando por fi nalizada la excedencia que disfrutaba.

En la comunidad educativa del Juncarejo se respiraba cierto pesimismo desde la partida de las Hermanas. El número de matriculaciones había descendido y muchos dudaban incluso de la continuidad del Centro en un futuro cercano. No ayudaba el hecho de que en el Colegio hubiera dos líneas hasta 6º de Primaria y sólo una línea en ESO (Enseñanza Secundaria Obligatoria). Ello obligaba a abandonar el colegio a un número variable de familias cada año, pues de Primaria venían dos grupos de entre 20 y 25 alumnos, de los que sólo podían pasar a 1º de ESO un máximo de 33 alumnos. La prioridad era siempre para los huérfanos y los hijos de guardias civiles, pero, aun así, en igualdad de condiciones, era necesario recurrir a un sorteo para dilucidar quién debía abandonar el centro. Una situación dramática e injusta.

76 junca hoyEn el curso 2012/2013, el entonces presidente de la Asociación Pro Huérfanos, el General Rogelio Masegosa, decide clausurar el Colegio Infanta María Teresa. El motivo fundamental del cierre fue el escaso número de matriculaciones de los últimos cursos y el alto coste que suponía su mantenimiento. Con esta coyuntura, se plantea como solución laboral para el claustro de profesores del Infanta su traslado al Juncarejo. Ello posibilitaría la ampliación de una nueva línea en ESO y la implantación del Bachillerato.

El efecto de esta decisión no se hizo esperar. Ese mismo curso ya hubo un repunte en el número de matriculaciones, tendencia que se mantiene hasta nuestros días, con un índice de ocupación del 90%, 735 alumnos matriculados en el curso 2017/18. No sólo se conseguía que ningún alumno tuviera que abandonar el centro tras fi nalizar la primaria, sino que, además, la comunidad educativa veía cumplido su anhelo de que nuestros alumnos pudieran completar su formación hasta el Bachillerato en nuestro querido colegio.

El reto pasó a ser, entonces, integrar 25 profesores nuevos en el Marqués de Vallejo sin que se alterasen las líneas maestras de un proyecto educativo muy consolidado. Los valores del colegio lograron imponerse y los profesores provenientes del Infanta pronto reconocieron la riqueza de un proyecto educativo y una manera de hacer las cosas que tan buenos resultados formativos había dado siempre, especialmente en lo que a la formación personal y humana se refi ere. No sólo eso, sino que, aportaron un nuevo valor al centro. Su dilatada experiencia en secundaria fue un factor clave para el éxito del Bachillerato desde la primera promoción. En 2019, cinco años después, podemos decir que la integración se ha producido con éxito y tanto el profesorado procedente del Infanta, como el propio del Juncarejo, forman hoy una comunidad cohesionada y reina un clima de buenas relaciones entre todos.

El Colegio sigue admitiendo alumnos/as en régimen de internado. La residencia está en Madrid, en las instalaciones del Infanta y donde, además, tiene su sede la Asociación Pro Huérfanos. También pueden acceder al colegio hijos de otros cuerpos y fuerzas de seguridad que mantienen un convenio de reciprocidad con esta asociación. Y desde el año 2015 también pueden acceder hijos/as de personal civil no vinculados a la Guardia Civil, respetándose siempre el orden de prelación establecido.

En esta última década, es preciso mencionar un triste suceso que supuso un duro golpe para toda la comunidad educativa. Nos referimos a la pérdida de Emilia Arnés Pardo, en octubre de 2013. Jefa de estudios de Educación Infantil y Primaria, fue una grandísima profesional que luchó como nadie por el Colegio y que nos dejó víctima de una terrible enfermedad. El Colegio siempre estará en deuda con ella por su gran dedicación y excelente trabajo. Siempre llevaremos su recuerdo en el corazón.

Nuestro Proyecto educativo

Resumido en una frase podemos decir que nuestra línea educativa apuesta por una formación verdaderamente integral que desarrolle todas las dimensiones de la persona. Nos inspiran los valores universales del humanismo cristiano.

El desarrollo pleno de la personalidad implica atender no sólo al desarrollo cognitivo o intelectual, pese a que tenga gran trascendencia y sea la fi nalidad que prioritariamente se atribuye a la escuela, sino atender al crecimiento del individuo en todas sus dimensiones sin descuidar ninguna de ellas. Un desarrollo emocional sano aprendiendo a reconocer y gestionar las emociones, un desarrollo social, aprendiendo habilidades que faciliten la relación con los demás, un desarrollo moral ofreciendo valores, normas, y criterios que ayuden a discernir lo que está bien de lo que está mal, valorar el arte (la música, la pintura, el teatro) como medio de desarrollo y crecimiento personal, un desarrollo físico que se traduzca en aprender a cuidar nuestro cuerpo mediante la actividad física y el desarrollo de hábitos saludables… todo ello está en nuestro proyecto educativo y no de manera testimonial.

Lo más importante de un proyecto educativo es lo asumido y consolidado que esté en el seno de toda la comunidad educativa: alumnado, profesores, familias... Lo interiorizado que estén estos valores, estos fi nes, es lo que da coherencia a nuestra acción, es lo que da unidad de criterio, unidad de acción, y estos es lo verdaderamente importante y lo que hay que cuidar. En este centro llevamos muchos años haciendo las cosas de una manera determinada, las Hijas de la Caridad marcaron una línea educativa, una apuesta por la formación en valores y el desarrollo personal, y esa línea es la que hemos intentado continuar.

Desde que las religiosas dejaron el centro, el colegio no es religioso pero sí confesional. De los valores cristianos probablemente la ayuda a los más desfavorecidos sea el que más trabajamos en el Colegio. Implicamos a toda la comunidad en muchas campañas solidarias con el objetivo de concienciar a nuestros alumnos de la obligación moral de compartir con quienes más lo necesitan.

juncarejo hoy 2Otros valores tradicionales como el esfuerzo, la constancia, el respeto, el gusto por el trabajo bien hecho… siguen muy presentes en nuestra labor educativa. Y creemos que siguen siendo muy necesarios hoy y que además son perfectamente compatibles con otros que la sociedad demanda y a los que es preciso atender, como son la iniciativa, el emprendimiento, el trabajo cooperativo, el juicio crítico… el reto está en conjugar, en hacer compatible la riqueza de nuestra tradición con las demandas y necesidades de la sociedad de hoy. En este sentido, en respuesta a las demandas de la comunidad, en nuestro centro comenzará a impartirse enseñanza bilingüe en Primaria a partir del próximo curso (2018/19). Para fi nalizar, decir que el Colegio ‘Marqués de Vallejo’ goza en la actualidad de un amplio prestigio y reconocimiento dentro y fuera de nuestra localidad. Ofrecemos un gran servicio a esta gran familia que es la Guardia Civil y así lo testifi - can los miles de socios que han pasado por nuestro centro. El futuro es esperanzador cuando pese al descenso en la natalidad, se siguen ocupando todas las plazas en la etapa de comienzo, en Educación Infantil.

Confiamos en poder seguir ofreciendo este servicio a la comunidad por muchos años.

N.R. (Los comentarios sobre “El Junca hoy” y “Nuestro Proyecto educativo”, son información facilitada por el actual Director del Colegio ‘Marqués de Vallejo’, Pablo Zúñiga López)

Texto íntegro del libro
POLILLA: Orgullo, espíritu y sentimiento
MANUEL GARCÍA FORNELL